La celebración del 1° de mayo como fecha del Día del Trabajador suele ser revestida de solemnidad, fiesta y jolgorio, olvidando a veces que en un día como ese, en 1886, un grupo de obreros inició una huelga general en la ciudad de Chicago, Estados Unidos, para exigir la jornada laboral de 8 horas diarias (la jornada en ese entonces era hasta de 16 horas diarias). Los principales dirigentes de ese movimiento huelguístico fueron ejecutados, aunque su sacrificio no fue en vano porque paulatinamente esa justa reivindicación se impuso a nivel mundial.
El pasado 1° de mayo un importante grupo de trabajadores de Fábrica Nacional de Cemento participó en la marcha convocada por la Central Bolivariana de Trabajadores, sacrificando su día de asueto, para hacer honor a aquellos que han combatido a favor de las causas obreras en Venezuela y el mundo. También participaron en ese evento para respaldar la gestión que el presidente obrero Nicolás Maduro viene haciendo en pro de los excluidos y de los menos favorecidos de la Patria.
Es propicia esta fecha para que todos los trabajadores y las trabajadoras de FNC nos sintamos orgullosos de pertenecer a la gran industria del cemento, la cual viene emprendiendo una tarea encomiable en beneficio de la familia venezolana, muy particularmente con la contribución que aportamos para la Gran Misión Vivienda Venezuela. Tengan por seguro que nuestro esfuerzo de hoy será compensado mañana.
La Dirección General de FNC felicita a todo su personal en las plantas, en canteras, en las concreteras y en las oficinas por el Día del Trabajador, y los exhorta a mantener el combate por el bienestar de sus familias y de la Patria.
Teniente Coronel Rubén Trujillo
Chávez vive, la lucha sigue